Después de una larga semana de trabajo, ¿el fin de semana te queda corto? ¿Empiezas el lunes deseando que sea viernes? El agotamiento puede hacer que nos sintamos desmotivados en el trabajo o los estudios e incluso pensemos en abandonar proyectos. ¿El problema es el cansancio o nosotros mismos?
No hay que precipitarse a abandonar el barco tan pronto, "primero hay que determinar qué variables pueden estar influyendo en el deseo de cambio y, a partir de ahí, establecer objetivos claros".
Para descubrir por qué existe insatisfacción laboral, les recomiendo hacerse las siguientes preguntas:
¿Es por la rutina?
¿Las tareas del día a día están causando estrés?
¿Hay mucho trabajo y pocas manos?
¿El ambiente laboral es hostil?
¿Te estás exigiendo demasiado o eres demasiado perfeccionista?
¿El trabajo tiene muchas reglas y siente que no puede ni opinar?
¿El trabajo es un caos y hay mucha desorganización?
¿Sientes que necesita una motivación externa, un aumento quizá?
La buena noticia es que, para tantas preguntas, existe una solución.
Las personas apasionadas de por sí están motivadas intrínsecamente y tienen muy clara cuál es la actividad que les gusta y apasiona. Al fin y al cabo, la motivación es tener motivos para hacer las cosas, un "para qué". Cuando lo identificamos tenemos el motor de nuestras vidas y nos ponemos en acción para realizarlo, brota en nosotros la energía para dedicarla a esa pasión.
En ese sentido, planteo estas preguntas para conocerse más uno mismo y tener claro lo que estamos buscando realmente:
¿Qué vida deseamos vivir?
¿Estoy dispuesto a pasarme la vida haciendo esto?
Si pudiera elegir, ¿cuál sería mi trabajo ideal?
Entonces, si lo que se busca es un cambio y una motivación, recomiendo:
- Aprender nuevas habilidades, así se podrá pedir ese aumento que tanto se quiere o incluso un ascenso.
- Plantear objetivos realistas para cambiar lo que no nos gusta y conseguir lo que queremos.
- Desarrollar hábitos para sentirnos mejor e incrementar el autoestima. Ayuda mucho recompensarse por un trabajo bien hecho.
- Ser asertivos con los jefes y establecer una relación colaborativa con los compañeros de trabajo. Eso es mucho mejor que andar compitiendo.
- Tener bien claro qué es el éxito y qué la felicidad. Aquí te dejamos una idea: Éxito es obtener lo que se quiere y felicidad disfrutar de lo que se obtiene, o ya se tiene.
Conclusión
Hay que tomarse el tiempo para analizar todos estos puntos y tener las cosas claras. Si llegamos a la conclusión de que no hay forma de solucionar aquello que nos aqueja y la empresa en la que trabajamos no nos ayuda, entonces es posible que un ciclo haya terminado y sea hora de salir a buscar nuevos proyectos.