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Sentirse bien también es una cuestión de actitud


A veces nos cuesta darnos cuenta de que el camino para dejar de sentirnos mal pasa por cambiar de actitud. Me refiero a esos momentos en los cuales parece que solo se nos ocurren pensamientos negativos, y nada parece tener sentido. Si nos quedamos en la queja, no vamos a conseguir nada. Veamos lo que puedes hacer la próxima vez que te encuentres en esa situación.

1º- Relativiza

Se suele decir “mal de muchos, consuelo de tontos”, pero yo no te estoy diciendo que obtengas consuelo de las desgracias ajenas, sino que te des cuenta que lo que te está pasando igual no es tan grave, comparando con otras situaciones. En la vida hay momentos felices, pero también hay desgracias y problemas. No eres la única persona que ha tenido que enfrentarte a un problema, y probablemente mucha gente ha tenido que pasar por situaciones bastante peores. Y si otras personas lo han superado, ¿Cómo no vas a poder hacerlo tú también?

2º- Deja de quejarte y actúa

Es normal que te sientas mal durante un momento si algo malo te ha pasado, y este tiempo es proporcional a la gravedad de lo que te ocurrió (puede ser bastante largo en caso de pérdidas, por ejemplo). Pero hay un punto en el qué tienes que pasar de la queja a la acción. Demasiadas personas se quejan de situaciones y no hacen nada. Y en la mayoría de las situaciones puedes hacer algo. ¿No te gusta tu trabajo? Busca otro. ¿Problemas con la pareja? Comunica. ¿Diferencias irreconciliables? Toma las consecuencias: o las aceptas (y dejas de quejarte) o te separas. Etc. Obviamente, es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si lo piensas, verás como la queja no sirve para nada. Actúa.

3º- Intenta dar lo máximo

Es una idea relacionada con la anterior. A veces, aunque salgas de la queja y tomes acciones, no consigues lo que te habías propuesto. El mundo no es perfecto, y no se gana siempre. Sin embargo, si lo has dado todo, tu ánimo subirá porque te darás cuenta que no podías hacer nada más. Puede que no lo veas en el momento del fracaso, que puede ser muy frustrante. Pero luego lo verás y te sentirás mejor.

Hablo de cuando sale mal, pero obviamente muchas veces cuando dedicas todo tu esfuerzo a conseguir algo tiene buenos resultados. Y la satisfacción de haber trabajado por algo y haberlo logrado es muy grande.

4º- No rumies, reflexiona

A veces cuesta un poco dejar el círculo vicioso de los pensamientos negativos, especialmente para las personas con rasgos de personalidad obsesiva. Rumiar es algo muy habitual cuando te sientes mal: tu mente pasa de un dato negativo al otro, y no avanzas, te quedas en una sensación de malestar aparentemente sin salida. Es difícil cortar estos pensamientos pero es necesario. Te tienes que dar cuenta cuando realmente te estás quedando en una queja interna, para poder reflexionar sobre posibles soluciones al problema, valorarlas, y finalmente tomar acción.

5º Química y física

Creo que es importante darse cuenta que el estado de ánimo tiene mucho que ver con la química de nuestro organismo, y que hasta cierto punto se puede corregir el equilibrio químico sin recurrir a fármacos. Podemos generar endorfinas al hacer deporte, o a juntarnos con personas cercanas. Incluso podemos corregir nuestra postura. El simple hecho de enderezarse, levantar un poco los hombros y la cabeza y aparentar más seguridad y felicidad mejora ligeramente nuestro estado anímico. No es una panacea, pero ayuda.

Consideraciones generales

Estos consejos de sentido común van dirigidos a personas que pasan momentáneamente por una fase de falta de ánimo o de tristeza. En ningún caso este artículo pretende sustituir el papel de la psicoterapia. Si tu sensación de malestar es crónica, te recomiendo consultar a un especialista, que te ayudará mucho mejor que unas líneas en un blog.

Aquí uno de mis videos favoritos sobre Actitud.

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